lunes, 12 de mayo de 2014

Leyenda del murciélago

Cuenta la leyenda que el murciélago fue el ave más bella de la creación, este era tal y como lo conocemos hoy y se llamaba biguidibela, el nombre significaba mariposa desnuda. Un día decidió subir al cielo y pedirle plumas al creador ya que había visto que otros animales que volaban las tenían. El creador no tenía plumas, así que le recomendó bajar de nuevo a la tierra y pedir una pluma a cada ave. Así lo hizo el murciélago, eso sí, recurriendo solamente a las aves con plumas más hermosas y de más colores.

Cuando acabó su cometido, el murciélago se había hecho con un gran número de plumas que envolvían su cuerpo. Consciente de su belleza, volaba y volaba mostrándola orgulloso a todos los pájaros, que paraban su vuelo para admirarle. Agitaba sus alas ahora emplumadas con cierto aire de prepotencia. Una vez, como un eco de su vuelo, creó el arco iris.

Leyenda del murciélago

Era tanto su orgullo que la soberbia lo transformó en un ser ofensivo con las demás aves. Con su continuo pavoneo, hacía sentir chiquitos a cuantos estaban a su lado, sin importar las cualidades que ellos tuvieran. Hasta al colibrí le reprochaba no llegar a ser dueño de una décima parte de su belleza.

Cuando el creador vio que el murciélago no se contentaba con disfrutar de sus nuevas plumas, sino que las usaba para humillar a los demás, le pidió que subiera al cielo, donde también se pavoneó y aleteó feliz. Aleteó y aleteó mientras sus plumas se desprendían una a una, descubriendo su cuerpo como al principio.

Durante todo el día llovieron plumas del cielo, y desde entonces el murciélago ha permanecido desnudo, retirándose a vivir en cuevas y olvidando su sentido de la vista para no tener que recordar todos los colores que una vez tuvo y perdió.

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